VAMOS A PESCAR SARGOS 4ª Parte

INDICACIONES PARA LA PESCA.- Para pescar sargos deberos buscar un estado de la mar propicio para ello, el mar tiene que este movido, a ser posible de poniente y con las aguas turbias, es decir no importara que tenga olas grandes, sobre todo si vamos a pescar con caña de pulso o boya, si por el contrario pescamos con caña de lanzado o surf-casting no será un factor determinante el estado del mar pues lanzaremos lo mas lejos posible con el fin de llegar a los sargos.
La Pesca a Boya.- Una actividad de Pesca que es verdaderamente activa y que precisa ademas de técnica, un profundo conocimiento de varios factores, tales como el movimiento de las mareas, los vientos, la actividad de los peces etc, es la pesca a flotador.La caña deberá tener una medida entre 6 y 7 metros con el fin de poder manejarnos lejos de la rompiente. Un carrete de buena calidad y tamaño tipo 2500-4000 es suficiente, pues será la acción de la caña la que soportará mas el combate. El monofilamento de color vivo es el mas indicado yá que de esta manera evitaremos, al verlo, posibles enganches entre las piedras.El aparejo es muy sencillo. Constará de un flotador, plomado o no, un emerillón al que colocaremos el terminal. Este , al igual que el resto del aparejo, será acorde con el tipo de fondo en el que pesquemos, tanto en longitud como en diámetro. En caso que las aguas estén claras utilizamos Fluorocarbono 0,20.Una vez escogido el lugar en que vamos a pescar, lo cebamos , procurando no hacer ningun ruido y manteniéndonos ocultos.Preparamos cuidadosamente nuestro equipo mientras el macizo de sardina va atrayendo a los peces.Una vez acabado de montar el equipo, a pescar.
Pesca al Coup o Pulso o al Pique.- Llamada pulso, ya que esta modalidad se realiza con la caña en la mano, ya que esta pesca se realiza con una sola caña que no lleva anillas ni carrete, por lo tanto la longitud del lance dependerá de lo larga que sea la caña, mas el aparejo. Las cañas suelen ser de 7 o 8 metros, mas la línea que pongamos de aparejo que va enganchada mediante la única anilla que lleva la caña en la puntera.El aparejo siempre será medio metro menos que la caña, por ejemplo si lleváramos una caña de 8 metros mas el aparejo que seria de 7’50 metros podríamos estar pescando con el anzuelo a 9’50 metros de nosotros. Esta modalidad se puede realizar con flotador o con un pequeño plomo de bola de 3 o 4 gramos, los cebos casi siempre suelen ser muertos, como calamar, gamba, y pulga.Esta modalidad se practica en pedreros, siendo los mejores los que tienen pequeños canales de arena entre las rocas.Se necesita que la mar pegue lo justo, con olas de un metro mas o menos cuyo reflujo forma corrientes en estos pasillos que arrastran en su retirada todo lo que no está bien sujeto a las rocas o enterrado.Si hay mucha mar, la empresa se vuelve peligrosa. Si está en calma, el sargo grande no aparece. Por eso un término medio (tirando a fuerte) es lo mejor.
Pero lo que parece innegable es que, la pesca a pulso, empleada de forma correcta y en las situaciones precisas, es una de las más excitantes y entretenidas que encontramos en las modalidades marinas.La pesca a pulso es aquella -con o sin carrete- en la que se mantiene el aparejo a una profundidad variable, sin que para ello medie corcho, veleta, boya o flotador. El aparejo suele estar lastrado mediante plomos tipo perdigón de pequeño calibre, o bien, de oliva, también livianos. Esto no quita para que algunos aficionados prescindan de cualquier tipo de plomada, y dejen a la carnada hundirse por su propio peso.Sin lugar a dudas, esta última solución es muy efectiva, siempre y cuando se den las condiciones precisas, y seamos suficientemente hábiles para hacer llegar el cebo hasta donde se encuentra el pez. Lo que es evidente es que, en cuanto a comportamiento del cebo en el agua, parece lo más idóneo prescindir de lastre, pues la carnada se comportará del modo más natural posible, especialmente si usamos líneas muy finas, lo cual, en este caso, es determinante. Pero, claro está, necesitamos unas condiciones concretas para pescar de este modo y, además, cierta dosis de habilidad y soltura en el manejo de la caña.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todos los peces comen en superficie, sino que, la mayoría comen más a gusto a cierta distancia del fondo. Luego, de no hallarnos en una zona de muy escasa profundidad, un aparejo sin lastre puede resultar inservible.Por otra parte, el viento, por poco que sea, puede jugarnos una mala pasada, pues impedirá que se hunda el cebo y, en definitiva, no nos dejará pescar. En consecuencia, para pescar a pulso sin lastre, debemos encontrarnos en un lugar donde los peces se encuentren a punta de caña, es decir, donde podamos llegar contando únicamente con la longitud de nuestra caña, y en el que, pese a la escasa profundidad, tengamos la certeza de encontrar las especies que buscamos.Lugares en los que se den estas características, aunque pueda parecer lo contrario, hay muchos. Sin ir más lejos, toda la costa cantábrica formada por rocas y charcos tildales. El único requisito es el de pescar desde el arranque de la marea en la línea de bajamar, situándonos en una roca que emerja en un punto donde la marea "meta" agua suficiente. ¿Y cuánto es suficiente? Una braza es bastante para que algunas especies se aventuren dentro de un pozo que está siendo invadido por la mar. Con menos de dos brazas, podemos encontrarnos ya grandes maragotas o durdos -por no mencionar a los ubicuos serranos o tordos-, que pugnan con pequeños espáridos por entrar los primeros a comer a estos "puntos calientes", que conforman las zonas tildales al comenzar a llenarse de agua.
Otros lugares, sin embargo, son igualmente apropiados para la pesca a pulso, pero, en este caso, con lastre. Nos referimos a aquellos en los que existe una profundidad considerable. Por ejemplo, las escolleras artificiales, el interior de los puertos, los cortados rocosos y otros similares, son lugares queridísimos por los lábridos y en los que la pesca a pulso puede resultar una opción muy valida y a tener en cuenta.Máxime si, como sabemos, muchas especies litorales se encuentran cerca de la pared rocosa, a lo largo y ancho de la misma, podemos, de este modo, explorarla palmo a palmo. Se trata, en este caso, de una pesca activa, probando en distintas profundidades, moviéndonos a lo largo de la escollera, del muelle o del cortado, recorriendo, en suma, todos los lugares propicios. Por supuesto, también podríamos hacerlo pescando a boya, pero eso nos llevaría a tener que modificar constantemente la profundidad a la que hemos fijado el aparejo. Para finalizar, no podemos olvidar un aspecto fundamental de la pesca a pulso: la caña. Dado que no lanzamos el aparejo -por lo que en muchas ocasiones se podrá prescindir del carrete o darle un uso casi testimonial-, la caña debe medir tanto como se necesite para situar el aparejo en el lugar adecuado. Si pescamos en la pared de un puerto, la longitud es indiferente, claro está, pero no así si lo hacemos en una escollera o en la franja tildad. Y, hablando de la caña, no es menos importante que la puntera sea muy sensible y precisa. De no ser de este modo, nos obligaría a mantener el sedal pinzado o sujeto con los dedos, para advertir cualquier leve picada y clavar al primer toque.
La Técnica .- Se trata de colocar el cebo en las zonas de espuma que se forman en los canales y por detrás de las rocas emergentes. No nos sirven los lances largos (rara vez hay que lanzar más de 20 o 25 m.), pero sí tienen que ser muy precisos. En los canales por los que se retira el agua de las olas ya de vuelta, hay que colocar el cebo aprovechando la resaca que se forma cuando la ola vuelve al mar, de forma que el aparejo corra al ritmo del agua (de ahí la importancia de calcular bien el peso del plomo), como hacemos en el río pescando a cebo corrido, acompañando el desplazamiento de la carnada con un movimiento del puntero en la misma dirección y a la misma velocidad, manteniendo siempre el hilo tenso. Las picadas más importantes se producen cuando el agua de la resaca se une a la del mar que espera cargando la ola siguiente, donde los sargos mas grandes están esperando la comida que arrastra la corriente. La experiencia nos irá diciendo cuando hay que dar el cachete para clavar, pues cada picada es distinta y sería imposible describirlas, pero por regla general cuando los toques se conviertan en un tirón continuo, será el momento en el que el pez tiene el cebo en la boca.
La pesca al Surf-Casting.- A este tipo de pesca no le influye tanto que el mar este o no movido, simplemente lanzaremos lo mas lejos de la orilla que podamos, con el fin de llegar a profundidades donde puedan habitar sargos, con el mar en calma, en el caso de que el mar este movido, pescaremos mas a la orilla, en la zona turbia. No es aconsejable que pongáis mas de 2 anzuelos y mi opinión es que no pongáisrastrero, pues suele comer alto. Y la carnada aconsejada para este tipo de pesca seria las lombrices de mar y calamares, pues las demás son blandas y dado la acción de la caña se caerán, ahora, si pescamos cerca si podemos ponerla. Cuidad el freno del carrete y cargar los carretes con el hilo del 30 aun poniéndole puente.

Pesca Submarina.- (Articulo de la rompiente: pesca submarina).Cuando vamos a pescar sargos a “la rompiente”, o sea donde rompen las olas en acantilados, piedras… (Preferible en pleamar) tenemos que ir siempre bien pegados a la pared para evitar ser vistos, siempre teniendo cuidado que no te golpee la ola con la piedra y llevar un susto. Hay que pegar un golpe de riñón y bajar verticales, para movernos luego a lo largo de la pared y sorprender de abajo hacia arriba a los sargos, que intuimos que están comiendo allí arriba, tener siempre presente que están ahí para no dudar en el tiro. Una forma muy eficaz de coger al pez para pasarlo al pinchapeces es cogerlo por la cabeza y a su vez taparle los ojos con la mano, no se mueve por muy vivo que esté. Si asustamos a los otros peces que están por esa zona, prácticamente hemos fracasado. A veces parecen tener un sargo pequeño de vigía un poco separado de la roca, y éste da la voz de alarma. De la que vamos ascendiendo es fácil que bajen huyendo a más profundidad, y hay que ser muy finos para darles en la huída. También podemos probar a hacer una pequeña espera antes de llegar arriba y pegado a la pared para ver si se asoma alguno a fisgar. Creo que la mejor opción es un fusil de 90, aunque depende mucho de la visibilidad y gustos de cada uno
Si el mar está fuerte y no queremos arriesgarnos mucho, podemos entrar desde atrás para pescar debajo de la rompiente y volver a salir hacia atrás, todo ello si la apnea nos lo permite. Cuando vamos a pescar separado de la pared, podemos probar en algún bajo, a la caída o al acecho, escondiéndose detrás de las piedras o no sé, haciendo esperas detrás de una piedra que haya entre tú y los sargos, aprovechando la curiosidad de éstos. Entre laminarias o en alguna grieta. A mí me cuesta más pescarlos así, es casi como pescarlos en aguas libres.Pescar sargos al agujero es relativamente más fácil que a la rompiente o al acecho. Se suelen encuevar cuando el mar está muy en calma, en bajamar o cuando se ven acorralados o asustados. Hay gente que da unas pasadas con la barca en la zona de pesca para enrocar el pescado. El sargo ha aprendido a no enrocarse y escapar hacia aguas más profundas para no ser presa fácil, pero todavía se encuentran buenas encuevadas, aunque es más frecuente encontrar a individuos dispersos en distintas grietas. Nos encontraremos con ellos en las mismas grietas de los acantilados, en rendijas que dejan grandes piedras posadas en el fondo, en los grandes bloques de los muelles.

Continuara 5ª parte

1 comentarios:

Anónimo

10 de agosto de 2014, 19:03
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dijo...

Que buen sitio yo por el sur este verano creo que probare esto
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